Hoy he vuelto a vivir en el metro un episodio que, desgraciadamente, empieza a ser bastante habitual: dos mujeres discutiendo (una era española, la otra no, una gritaba, la otra no… y no era necesariamente en este orden) sobre si un niño podía ocupar el asiento destinado (por recomendación de las “autoridades”) a embarazadas, ancianos, etc. Bueno, en realidad ese no era el motivo real de la discusión… Podríamos decir que ese había sido el origen, el punto de partida, pero en realidad lo que se estaba discutiendo era si los españoles somos o no un atajo de racistas… Ya sabéis cómo va esto, una dice lo que piensa y la otra dice que lo piensa porque en realidad es una racista que no quiere reconocer los derechos deee… en fin, lo de siempre.
Para ser sincera, no sé - y la verdad es que me importa un carajo - cuál de ellas empezó a faltar el respeto a la otra, sólo sé que una de ellas nos lo faltó al resto de viajeros y la otra no.
Y siguiendo en esta línea de sinceridad absoluta, también diré que empiezo a estar muy harta de que cada palabra, cada distancia, cada mirada o cada gesto que hacemos sea interpretado como una muestra de intolerancia y racismo.
Estoy hasta los mismísimos! Quien me conoce sabe cómo pienso y cómo he vivido hasta ahora. ¿? No sé si esto pueda cambiar. No me gustaría porque no me parece justo, pero a veces pienso que la “buena voluntad” sólo sirve para que te golpeen dos veces, y más fuerte si cabe.
NO ME GUSTAN las personas que gritan. Ni las que buscan la bronca y el enfrentamiento. Ni las que se pasan el respeto por el forro de los cojones. Ni las que manipulan. Ni las que traicionan. Ni las que abusan. Ni las que presumen de prejuicios. Ni las que pretenden lo que no son. Ni las que se burlan de los débiles… Ni muchas más, pero no creo que dispongáis de tanto tiempo.
La buena noticia es que mi reducido pero valioso grupo de amigos no encaja en ninguna de estas categorías. La mala noticia es que cojo el metro a diario. Y cuando llego a casa por la noche, lo hago con una recarga de agresividad y de mal rollo que lo único que me apetece es salir a la ventana, armada con una docena de huevos podridos, y tirárselos uno a uno y con toda mi mala uva a la pandilla de palmeros que tenemos en la plaza cada noche.
Suerte tengo que al final del día llega Ricardo, me abraza y me olvido de todo.
29 agosto, 2006
25 agosto, 2006
Algo interesante...
Hace unos días volví a visitar NYC (mi ciudad en préstamo, con el permiso de Amparo), a través de los ojos de unos desconocidos.
Se trataba del KM-33, el programa de viajes del Canal 33 (lo dan los lunes por la noche). La verdad es que me lo hubiera perdido si no fuera por Ricardo que, sabedor de mi pasión, decidió hacer parada y fonda.
El guión del programa es simple, muestra en cada episodio a un viajero diferente y su motivación para visitar un destino en concreto.
En el caso de Nueva York, los protagonistas eran una pareja de amigos de BCN que preparaban su escapada anual a la Gran Manzana.
Alicientes? Todos! Además de la posibilidad de ver la ciudad a través de los ojos de otra persona, abriéndote a mil posibilidades, además… te citan un montón de webs interesantísimas donde encontrar información útil y curiosa.
Un ejemplo: los de Soundwalk te ofrecen la posibilidad de pasear por el barrio de Williamsburg, en Brooklyn, acompañada en un CD de un auténtico judío hasídico, o de caminar por el Bronx “en compañía” de un conocido graffitero, o qué sé yo cuántas más posibilidades… todas interesantes.
Y no pueden faltar – lógico! - las recomendaciones personales de los protas sobre: alquiler de apartamentos, paseos en bicicleta, festivales de teatro… Insisto, todo muy interesante.
Echadle un vistazo al enlace, de verdad que es una gozada.
Se trataba del KM-33, el programa de viajes del Canal 33 (lo dan los lunes por la noche). La verdad es que me lo hubiera perdido si no fuera por Ricardo que, sabedor de mi pasión, decidió hacer parada y fonda.
El guión del programa es simple, muestra en cada episodio a un viajero diferente y su motivación para visitar un destino en concreto.
En el caso de Nueva York, los protagonistas eran una pareja de amigos de BCN que preparaban su escapada anual a la Gran Manzana.
Alicientes? Todos! Además de la posibilidad de ver la ciudad a través de los ojos de otra persona, abriéndote a mil posibilidades, además… te citan un montón de webs interesantísimas donde encontrar información útil y curiosa.
Un ejemplo: los de Soundwalk te ofrecen la posibilidad de pasear por el barrio de Williamsburg, en Brooklyn, acompañada en un CD de un auténtico judío hasídico, o de caminar por el Bronx “en compañía” de un conocido graffitero, o qué sé yo cuántas más posibilidades… todas interesantes.
Y no pueden faltar – lógico! - las recomendaciones personales de los protas sobre: alquiler de apartamentos, paseos en bicicleta, festivales de teatro… Insisto, todo muy interesante.
Echadle un vistazo al enlace, de verdad que es una gozada.
24 agosto, 2006
Breve sobre París

Sólo cinco días, pero a tope. Pateamos mucho, con lluvia y frío (más del que esperábamos para mediados de agosto), pero vimos todo lo que teníamos previsto ver. París no decepciona. No podría, es un clásico. Una de esas ciudades que uno no puede dejar de conocer, aunque – y en esto coincidimos los dos – si nos dieran la posibilidad de vivir un año en otra ciudad europea, París no sería la elegida.
Cómo turista? confieso: he disfrutado mucho de la escapada. Para muestra, fotico de mi niño... (a que es bonita?)
A pesar del poco tiempo, creo que hemos aprovechado bastante. La compañía ha sido grata (íbamos con unos amigos) y además hemos cumplido objetivos: el mío (el principal) visitar a Vincent en el d’Orsay. Y él tampoco me decepcionó. Después de casi batirme en duelo con un millar de japoneses para poder estar frente a frente con la mismísima Gioconda, debo decir que la emoción no la sentí de la mano de Leonardo, sino junto a obras de Rodin y Dalou, y como no, de mi admirado Van Gogh. Salí de allí – como era de esperar – impresionada! (chiste fácil, lo sé) Pero en serio, vale la pena la visita.
Balance positivo pues de los cinco días de inmersión lingüística y bolsillo tembloroso. Próxima parada: Tumbuctú.
08 agosto, 2006
Desde Tossa con amor
Para qué engañarnos? las vacaciones están de puuuta madre, y aquí en Tossa… pues qué os voy a contar! Cómo tenía previsto, duermo lo que me pide el cuerpo (o lo que me permiten las lumbares, que a estas edades ya se sabe), tomo el solete con precaución –que no sabía yo lo bien que se está en la playa a las seis de la tarde - y me dedico, básicamente, a disfrutar del par de tumbonas (me encanta ese nombre, es tan gráfico) que compramos hace unos días en el Carrefour y que son ideales-de-la-muerte para ver, desde la terraza y por la noche, antiguos episodios de Friends… Sólo nos faltaban las palomitas, pero ya me encargaré yo de que no falten en la próxima sesión.
Creo que por fin tengo claro lo que quiero hacer con (el resto de) mi vida: panching forever and ever! Así que me vuelvo a mis quehaceres vacacionales, porque además… mis neuronas tampoco dan más de sí, que me doy cuenta de que todo lo escrito hoy es totalmente insustancial, eh? que conste, pero es lo que tiene el “out of order”. Y seguro que por ahí hay alguien agradeciendo que no cite a Sartre (y no miro a nadie).
Ala pues, besicos y hasta la vuelta! Por cierto, que me voy cinco días a París!!!
Creo que por fin tengo claro lo que quiero hacer con (el resto de) mi vida: panching forever and ever! Así que me vuelvo a mis quehaceres vacacionales, porque además… mis neuronas tampoco dan más de sí, que me doy cuenta de que todo lo escrito hoy es totalmente insustancial, eh? que conste, pero es lo que tiene el “out of order”. Y seguro que por ahí hay alguien agradeciendo que no cite a Sartre (y no miro a nadie).
Ala pues, besicos y hasta la vuelta! Por cierto, que me voy cinco días a París!!!
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