Con Estopa de fondo y una cerveza junto al portátil, regreso a mi blog.
Dicen que "año nuevo, vida nueva"... pues parece que así será. Al menos en lo laboral.
El jueves 20 de enero, exactamente 2 años después del despido de Marta y Rosa, me llegó el turno a mí.
He pensado tantas veces en cómo sería ese momento... y al final, todo aquello que imaginas se queda corto. Aún estando preparada, los nervios y la tristeza hicieron acto de presencia. Ventiún años de servicios a la patria son muchos años. Atrás quedarán todos los momentos vividos - trataré de recordar sólo los buenos - y me llevaré cada sonrisa, cada palabra y cada guiño que recibí de los mejores compañeros, que nunca volveré a tener. Algunos se me adelantaron, pero otros seguirán allí, defendiendo el fuerte.
Les voy a echar de menos. Y mucho.
Ahora debo cerrar un ciclo, para poder abrir el siguiente. A veces viene bien un empujón para poder saltar al vacío y darnos cuenta de que, realmente, no está tan vacío.
Sé que todo irá bien. Lo presiento.